Este volumen de Frémeaux, uno m de la serie Quintessence, no hace honor a su título como otros anteriores dedicados a Armstrong, Holiday, Bechet, etc. La razón hay que buscarla en que los derechos de autor que prescriben a los 50 años dejan fuera, de momento, lo mejor de la producción de este pianista. De cualquier manera no me cabe duda, después de la escucha, de que se trata de grabaciones quintaesenciales de Garner durante los años que van de 1944 hasta 1947. Como solista absoluto, a la cabeza de su trío, o como sideman acompañando a don Byas, Wardell Gray o Charlie Parker, Garner muestra todas las virtudes que poco años después, durante los cincuenta, le convertirán en el favorito tanto de los aficionados exigentes como del gran público. Este virtuoso que, dicen, no leía múica, cimentó durante los años en que transcurren estas grabaciones un estilo propio que acabaría creando escuela (Jimmy Rowles sería uno de sus más aventajados discípulos) basado en un dominio armónoco realmente sorprendente (mano izquierda mano derecha al cincuenta por ciento) deudor en partes desiguales de Waller (sobre todo) y de tatum, y aún siendo un clásico supo incorporar los hallasgos de los boppers. Siempre se le achacó a Garner su tendencia a enrrollarse en interminables arpegios que daban un tono excesivamente rapsódico a sus introducciones, codas y en general a las baladas que interpretaba, (aquí en Stardust o en Laura) pero hay que reconocer que utilizó esos procedimientos con exquisito buen gusto, inventiva melódica, o sea, imaginación y un poderoso swing se desprenden de los 35 temas que componen esta recopilación que si no es indispensable sí que es de un interés muy superior a la media.
V. MÉNSUA – CUADERNOS DE JAZZ
V. MÉNSUA – CUADERNOS DE JAZZ