« Sumamente recomendable » por El Mundo

« "Al principio de 1949, Tadd [Dameron] y yo fuimos con un grupo a París, y tocamos cerca de Bird [Charlie Parker], como habíamos hecho en el Royal Roost [club de Broadway]. Éste fue mi primer viaje fuera del país y cambió para siempre mi manera de mirar las cosas". Son palabras de Miles Davis en 'Miles. The autobiography', libro escrito junto a Quincy Troupe y editado en España por Alba. Era el inicio de un idilio con la capital francesa, que tuvo distintos episodios y su desarrollo musical y cinematográfico. Ahí está 'L'Ascenseur pour l'echafaud' ('Ascensor hacia el cadalso', 1957), la película de Louis Malle cuya banda sonora, compuesta por el trompetista de Illinois con una notable implicación durante el rodaje, acabó por competir en prestigio y popularidad con el propio material fílmico. Aparece ahora en España, editado por Karonte, 'Live in Paris', un cuádruple álbum de Miles Davis grabado en directo en París 11 años después de quedar cautivado por el espíritu de una ciudad y un país que conectaban plenamente con su pretensión artística. En la misma colección están ya disponibles en España, conciertos de George Brassens y Quincy Jones. En septiembre se editará uno de Frank Sinatra y más adelante las presencias en vivo de Stan Getz y Sonny Rollins. Poco antes de esta gira de Miles Davis acababa de aparecer 'Kind of blue', el disco más vendido de la historia del jazz, una obra que conserva todo su aura y es objeto permanente de culto y reivindicación. La suscribió el primero de sus dos grandes quintetos, el formado por Bill Evans, John Coltrane, Cannonball Adderley, Paul Chambers y Jimmy Cobb. En París, el 21 de marzo de 1960, en el primero de los conciertos que recoge esta coqueta caja, estaban presentes tres de sus artífices. Flanqueando a Miles, el saxo tenor de Coltrane, ya muy debilitada su relación con el líder, el bajo de Chambers y la batería de Cobb, el único músico hoy vivo y aún con vigor en los escenarios. Wynton Kelly, que aparece en 'Fredie freeloader', el tema de 'Kind of blue' en que Bill Evans cede el piano, toma aquí definitivamente el relevo. "Nunca me había sentido así en mi vida", prosigue Davis, en el relato de su aterrizaje en Francia, cuando conoció a Jean Paul Sartre, Pablo Picasso y Juliette Greco, a la que acabaría uniéndole una relación sentimental. Al igual que muchos de sus contemporáneos, encontró en Europa el aprecio y el reconocimiento que aún le eran discutidos en su país de origen y se identificó con una cultura bien distinta. "Era la sensación de estar en Francia y ser tratado como un ser humano, como alguien importante. Incluso la banda y la música que tocábamos sonaba mejor allí".
El 11 de octubre de 1960, en el segundo de los conciertos de este álbum perteneciente a la serie 'La collection des grands concerts parisiens', Sonny Stitt ocupa el lugar de Coltrane, que llevaba meses deseando abandonar el grupo. En aquella etapa de su carrera, enmarcada en lo que vino a denominarse jazz modal, Miles Davis pedía concreción y una cierta disciplina a sus músicos. Las audacias de Coltrane, proyectando largos solos mal digeridos por parte de una audiencia que no duda en silbarle en algunos momentos, dieron paso a un Stitt más dócil con el tenor que con el alto, atenuados sus beligerantes monólogos como digno émulo del mismísimo Charlie Parker. 'Live in Paris', editado a la antigua usanza, sin ahorrar en generoso formato y con ocho páginas de notas, es así un disco sumamente recomendable para todos los devotos de uno de los grandes renovadores de la historia del jazz. París fue testigo de su continuo crecimiento y evolución. El 10 de julio de 1991, ya con un sonido completamente distinto, ofreció en la Grande Halle de la Villette uno de sus últimos conciertos, pocas semanas antes de morir. »
Por Javier MARTÍNEZ – EL MUNDO